lunes, 12 de mayo de 2008

Lavagna y el género epistolar

El ex Ministro de Economía Roberto Lavagna estos días se ha dedicado a enviar cartas públicas como la que le mandara a Néstor Kirchner al renunciar a participar de la conducción del PJ normalizado. Esta vez, en una carta enviada al Gobierno y a las asociaciones de productores rurales propone una serie de medidas para superar el conflicto como dice esta nota de Página 12. Veamos de que se trata.

“Es hora de dejar de lado posiciones ideológicas o intentos de ganar la partida, en el corto plazo creo que es posible encontrar un punto de acuerdo en torno a ideas simples”

Ni vencedores ni vencidos. Sería lo deseable, el acuerdo entre las partes. Muy dificil.

Entre sus propuestas aparecen fijar un tope a las retenciones del 50 por ciento, diferenciar de manera “efectiva con su participación directa a los pequeños y medianos productores” y “comprometerse a que si por razones internacionales excepcionales el precio de la soja superara, por ejemplo, los 600 dólares por tonelada, el Gobierno, los productores y los gobiernos de las grandes provincias productoras considerarán un reparto equitativo entre los tres, con el compromiso de las provincias de dedicar estos fondos al sector agropecuario de menor tamaño y a la infraestructura ligada al campo”.

Aja. No cuestiona la movilidad de las retenciones, punto dificil de ser aceptado por las entidades agrarias. Incluso introduce la idea de coparticipar el excedente si el precio de la soja supere los 600 U$S por tn. Más de un gobernador firmaría esto con ambas manos.

“analizar en forma conjunta la cadena de producción, los precios y costos de productores a consumidores”. Y además, dijo, “se necesitan revisar medidas recientes (forma de pago de las retenciones, diferenciales de retenciones entre el grano y los aceites) que favorecieron a unos pocos exportadores y que fueron, insólitamente, aprobadas en medio del conflicto”.

Buen punto. En linea con la protesta (algo tramposa pero con algo de razón) de las entidades que se quejan de la gran diferencia entre el precio pagado al productor y el precio en el mostrador. Las retenciones diferenciales se pueden discutir pero no se puede gravar con lo mismo a aquel que vende grano y al que vende un producto industrializado con ese grano. Es un poco para la tribuna la parte final, los exportadores son pocos en ambos rubros.

Finaliza con una propuesta a futuro:

"Para Lavagna es necesario que en los próximos 100 días las tres partes definan un programa de mediano y largo plazo que permita, a modo de ejemplo: llegar en cuatro años de 93 millones a 120 millones de toneladas de granos y oleaginosas; llegar en ocho años de las 52/55 millones a 70 millones de cabezas de ganado con destino a carne y leche; atender el equilibrio estratégico entre diferentes producciones con aliento de nuevas especies."

Contra la mentada falta de planificación propicia la participación de todos los actores en delinear la política futura.

No es un aporte más, lo hace quien hasta hace poco se lo quiso tener de este lado. Esto solo vale como para tenerlo en cuenta.

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