Estos días se está debatiendo públicamente el efecto de bajar la alícuota del IVA para beneficiar a los sectores de menores recursos pues se plantea que esto haría bajar los precios de los alimentos como lo ha dicho el muñecote Prat Gay: “este es el momento para poner plata en el bolsillo de la gente, no para defender el superávit fiscal”
siguiendo la linea de desfinanciar al Estado para debilitar al Gobierno, la famosa "caja K".
Bien, sobre el tema encontramos este post de Claudio Daniel Boada en su blog Derechos y al revés que echa luz sobre el asunto y revela la verdadera intención de los rebajadores públicos.
Hace 1 hora
6 comentarios:
Agrego que ya habló Artemio del asunto, apuntando a que lo que buscan los pichones liberales es desfinanciar al Estado y salir a mendigar créditos otra vez a FMI (esto lo agrego yo, que se lo leí a Carrió). Esa es la trampa dialéctica en que nos buscan meter.
Esto cae en su jurisdicción, Ingeniero !
http://www.eldia.com.ar/edis/20081211/laprovincia15.htm
Por suerte el gobierno popular no cobra IVA con la tarjeta alimentos.
Como?
Cobra el 16%?
Que feo!!!
Un saludo y espero la crónica del acto en La Plata
MP: Si leí el post de Artemio pero a ese lo leyeron todos por eso puse el link a este que está bueno también.
Escriba: Ahi lo linkeamos en el post de arriba.
Adrián: Algo es algo. Como le digo a Gladys, más que de la puerta del teatro no paso seguro pero algo vamos a escribir.
Saludos.
Mucho no entiendo de economia... pero cuando escuche sobre esa idea, lo primero que me vino a la cabeza fue "esta pelicula ya la vi"... y fue durante el terror liberal.
Que el gobierno tiene que hacer algo, si, tiene que hacer algo.
Pero bajar el IVA no, eso es para puro beneficio del capital.
En Brasil, el año pasado, bajaron un impuesto al consumo (lo eliminó el Congreso), supuestamente porque eso "distorsionaba" y que iba a beneficiar al pueblo. De paso, la oposición desfinanciaba al Estado federal em miles de millones. Eliminaron el impuesto, y ningún precio bajó. Siguieron igualito que antes. La diferencia, al bolsillo de las patronales
Publicar un comentario