No habrá vacaciones

El recambio de medio término trajo consigo un cambio de signo y es ahora "la oposición" quien quedó a cargo de la iniciativa política luego del avance oficialista en los seis meses que mediaron entre el 28 J y el 10 de diciembre. Un momento de inflexión que la relación de fuerzas impone en el Congreso Nacional pero también en las legislaturas provinciales y los consejos deliberantes.

Este nuevo protagonismo entra en tensión con los lobbies de intereses diversos, e incluso antagónicos, que esperan que el archipiélago opositor se defina a favor de estos y juegue su número para pagar las deudas que por una política seguidista en tiempos de la abrasión del oficialismo habrían contraído. El "campo", los devaluadores de la UIA, AEA y sobre todo los medios concentrados presionan para cristalizar un cambio de época en donde efectivamente se desarme el avance de la política sobre los intereses corporativos.


La situación podría ser ideal para las corporaciones patronales pues ninguna fuerza o referente hegemoniza este frente. La "falta de liderazgo" como diagnosticara Tachuela es a su vez una condición necesaria para la unidad: si estuviese tan claro "quien cobra" este avance en bloque quizás nunca se podría haber dado.

Las corporaciones del campo hicieron punta y se juntaron en el Rosedal para un acto celebratorio de los nuevos tiempos que contribuyeron a construir y la linea acordada entre asesores de imagen y retiros espirituales era un discurso más institucional y menos confrontativo, acorde con quien ha librado una batalla y vence e impone su orden al vencido. Por eso, entre otras cosas, el Melli De Angeli fue borrado del palco. Sin embargo Biolcati no puedo con su genio y quiso cobrarse algunas deudas con el gobernador Scioli, sumándose a una avanzada de la que hablaremos más adelante, y una vez más expuso su condición de energúmeno con cero talento político y de un acto que colmó las expectativas de los organizadores en cuanto a concurrencia, el presidente de la SRA quema el cajón de Herminio resultando sus palabras lo más comentado en los medios generando una catarata de repudios incluso de algunos dirigentes ruralistas que se quieren despegar del piquetero blanco y/o aprovechar el error no forzado para apalancar en su interna.



La tormenta política en la PBA con un Scioli que intenta conducir el barco en el medio de aguas turbulentas. Si hay una administración asedidada por propios y extraños es esta en donde además de los problemas de gestión, el efecto retardado del 28J ha impactado con fuerza la semana pasada.

Al reclamo por la "ola de inseguridad" se le sumó la tremenda impericia en la investigación del caso Pomar en el que cada vez más se refuerza la idea de "una cama" tendida por un lobby policial al Gobernador para que termine de entregar por completo la conducción de la política de seguridad a quienes se creen sus legítimos dueños. Es en la ausencia de una conducción politica de la seguridad donde radica buena parte del problema y bajo ningúna consideración la sanción de un código de contravenciones que incrementa el poder de una institución al garete puede traer solución alguna, por el contrario sería la consolidación de un problema estructural, un abandono del terreno cuando más se necesita conducción y presencia de las autoridades democráticas.

Hoy Scioli evitó confirmar ante la prensa al ministro del area Stornelli e incluso dio a entender la inminencia de cambios en el area. Ojalá que más allá de nombres el cambio real sea en el sentido de recuperar esta conducción imprescindible.



Los cambios de gabinete se imponen y se comenzó por el obvio reemplazo del Dr Zin que respondió con la excusa de ser una "víctima de la política" y reconocer que "no estaba preparado para esto" a dos años de ejercer la gestión y pretender enterarse recién que es la política, o debería ser, la que lo puso en funciones a las que nadie obligó aceptarlas. Esperemos que esta renuncia "a la política" se mantenga y la política la recuerde.

Pepe Scioli había sido desde siempre un crítico del acuerdo de su hermano Daniel con Néstor Kirchner, incluso durante la fase dura del "conflicto el campo" y se enrolaba en la vanguardia de los que le pedían al Gobernador el "despegue" del Gobierno Nacional reafirmando un perfil propio, más aún luego de la derrota del 28 J en donde había sido un crítico público de la estrategia electoral.

Desde la sanción de la reforma electoral con las modificaciones introducidas por Diputados que obligan a primarias simultameas con Nación como consiguieron finalmente diputados provinciales kirchneristas con el aval de Daniel su salida estaba cantada.


El episodio de la reforma quizás aún no esté cerrado del todo. En el camino quedan acaloradas discusiones y bastantes heridos entre los que entienden que es necesario una mayor autonomía del PJ PBA de lo que se decida a nivel nacional, con la posibilidad de ensayar una reunificación del peronismo con independencia y los que creen que el peronismo de la provincia debe seguir apoyando la conducción de Néstor Kirchner a pesar de los últimos resultados electorales y los sondeos de opinión adversos. Entre los que alentaban la visión "provincialista" estaba nada menos que el presidente del PJ PBA Alberto Balestrini y algunos pesos pesados del Conurbano.


Sobre esta controversia saldada en lo formal, intentan operar proyectos políticos como el de por ejemplo Sergio Massa y el del peronismo disidente tanto en su vertiente solaista como coloradista y la presencia eterna de Eduardo Duhalde quien, a pesar de no contar de "aparato" y financamiento, conoce el terreno y a los hombres en disputa.


Y nos queda para el final el episodio Posse que promete ser la nueva "piedra en el zapato" de la administración Macri que forzosamente obliga a un oficialismo de la CABA bastante remiso a las definiciones ideológicas abiertas a respaldar a un fascista que reivindica a lo peor de nuestra historia y sus protagonistas. Triste paradoja de aquello que se presentaba como "lo nuevo" en la política argentina y termina pegado a "lo que debemos dejar atrás" como siempre recitaban sus dirigentes, encumbrando a un apologista de la muerte.


No habrá vacaciones esta temporada para la política parece.