Firme y conciliador

El último mensaje de un gobernante frente a la Asamblea Legislativa generalmente tiene bastante de balance de gestión y en el caso de que este pretenda reelegir tiene mucho de programa de gobierno para un eventual próximo período. Ambos elementos tuvo el discurso de Daniel Scioli ayer en la Legislatura Bonaerense repasando la obra de gobierno, en la que en aspectos como la obra pública tuvo mucho que agradecerle al Gobierno Nacional y delineando planes a futuro como el de la descentralización adminisrativa que llevará más de estos 10 meses que le quedan al frente de la provincia para llevarse adelante. Todo el mensaje fue una defensa integral de su gobierno y de sus políticas y un esbozo de lo que ofrece a futuro.

Daniel está en el centro del huracán y este nos pareció el discurso más meticuloso de los que haya dado en frente de la Asamblea y, aunque reafirmó sus cuestionadas políticas de seguridad y a su ministro Ricardo Casal, durante toda la exposición trató de tender puentes hacia la Nación. Scioli así mantiene las diferencias pero se muestra abierto al diálogo gobernando una provincia en donde lo que pasa tiene relevancia nacional y cuyos problemas requieren de la cooperación entre ambos gobiernos.

Y a pesar de ser vasto el temario, el tema seguridad se traga todo y es lo que hará los titulares del día siguiente y será el blanco de la crítica por parte de una oposición que lo ha hecho excluyente ya sea para pedir "más mano dura" (quien lea aca el famoso plan del Colo verá que es un manifiesto cuasifascista) o para criticar la falta de control político sobre la Policía, señalamiento que lógicamente recrudeció ante los crímenes de jóvenes del mes pasado a manos de uniformados.

Daniel dijo a modo de síntesis que:

"Terminemos con las falsas antinomias que ubican en veredas opuestas a la seguridad ciudadana y los derechos humanos: ambas son condiciones democráticas irrenunciables y complementarias para el progreso social"

A pesar de estas diferencias, Scioli volvió a mostrarse integrado a un proyecto común con la Nación, aunque algunos esperen un alineamiento incondicional en todos los temas y otros una ruptura. Ni una cosa ni la otra y esto deberia ser una obviedad: tiene derecho a un perfil propio y con él se jugará lo que viene en su carrera política.