El género epistolar y el árbitro

Dos dirigentes republicanos han enviado sendas cartas abiertas para el debate de alianzas en los espacios opositores. Este es el tema álgido del momento, como y en cuantos frentes se darán las opciones al oficialismo confluyendo en ellos los distintos espacios además de definirse en que territorio actuarán los referentes de cada fuerza. En ambas están las alternativas bien diferenciadas del sentido del frente que plantea cada dirigente: mientras Sanz en la linea de Magneto milita la idea de un frente que contenga a todos "sin exclusiones", Margarita traza una raya que excluye al centorderecha, justamente lo opuesto a la propuesta del operador radical.

Ernesto Sanz sueña con un "acuerdo amplio" entre todos los sectores opositores, veamos algunos párrafos:

"Lo que propongo es que abramos un proceso de diálogo en un marco lo más amplio posible, sin condiciones previas, sin prejuicios y sin exclusiones salvo la de quienes se autoexcluyan. Que identifiquemos los puntos de acuerdo –y también, ¿por qué no? los de desacuerdo-, que profundicemos en el diagnóstico de los problemas del país y de las posible soluciones, que intercambiemos puntos de vista y propuestas."

"No quiero que nos encerremos en el Congreso para seguir resistiendo desde allí los embates del poder kirchnerista. Lo que quiero es dar a la Argentina un gobierno nuevo y distinto, que apueste por el auténtico progreso y por la regeneración democrática. No un gobierno fundacional, sino uno que sea capaz de cambiar lo que está mal y preservar lo que está bien. Un gobierno que no esté sometido a extorsiones de ningún tipo y que sólo responda de sus actos ante los ciudadanos."

"Naturalmente que a los radicales nos resulta más fácil entendernos con las fuerzas políticas que están más cerca de nosotros. Pero no se trata de hacer sólo lo fácil, sino lo necesario. Y si ello requiere hacer un gran esfuerzo, hagamos el esfuerzo sin que ello suponga renunciar a nuestra identidad ni a nuestras ideas."

Con poca nafta en el tanque, muchas de las palabras de Sanz pueden intercambiarse con las de Duhalde o Macri siendo el operador de Magneto en la UCR que fogonea un acuerdo opositor para bancar los trapos en unas elecciones que ya dan prácticamente por perdidas.

Margarita Stolbizer en cambio en su carta quiere una definición ideológica del frente a construir, plantea:

"la construcción de un frente progresista que se constituya frente al oficialismo, como una verdadera alternativa para profundizar y mejorar la calidad del debate, de la competencia y de la democracia y dispuesta a un fuerte cambio ético y cultural".

La carta fue dirigida a Ricardo Alfonsín y Angel Rozas, por la UCR; a Rubén Giustiniani, del socialismo; a Fernando "Pino" Solanas, de Proyecto Sur; Elisa Carrió, de la Coalición Cívica; Ricardo Villarino, de Encuentro Popular; a Víctor de Gennaro, Graciela Ocaña y Luis Juez.

“Hacemos una convocatoria amplia para discutir, sin candidaturas antedatadas, un proyecto de país, basado en un conjunto de principios programáticos que sean la base de un Frente Nacional que se haga cargo de la transformación de las estructuras injustas, para asegurar la paz y la felicidad al conjunto del pueblo”.

Y el acuerdo buscado entre los espacios del "progresismo":

“excluye a las expresiones políticas de la derecha con quienes sostenemos profundas discrepancias en el proyecto de país”.

Stolbizer agrega un elemento más a la carta: luego de quie trascendieran las conversaciones entre el alfonsinismo y el Colo De Narváez quien llevaría una "lista de adhesion" a la candidatura presidencial de Ricardito, Margarita dijo estar dispuesta a ser candidata a gobernadora de la PBA, una definicion que demoraba como prenda de negociación, si el armado de este frente "progresista" lo requiere.

No por nada los poderes fácticos operan sobre la UCR: la decisión política en el partido centenario inclinará la balanza hacia uno u otro lado. En "el frente de todos", a pesar de estar destinada a aportar la estructura necesaria para enfrentar las elecciones, la diluye en un pacto con el Peronismo Federal y el PRO que le dará su impronta ideológica en linea con lo más conservador del pensamiento radical y el "frente de centroizquierda" la necesita imperiosamente por la misma razón: la UCR sería el articulador territorial de las distintas expresiones que poseen protagonismo en algún distrito en particular.

Hacia donde se inclinará la balanza dependerá de lo que decida una fuerza en una profunda crisis de identidad política, que viene sufriendo serios reveses en las provincias en las que se presenta y encima debe ser el árbitro y el articulador del proyecto político que de esta decisión surja.