El titular obvio

Hermes Binner ayer cerró su campaña en Córdoba y en sus declaraciones a la prensa propuso una especie de pacto social "para reducir la inflación" en el que a través "del diálogo" entre obreros, patrones y el Estado "se pase este momento" con los empresarios resignándose a ganar menos y los trabajadores renunciando a pedir mejoras salariales, es decir, reducir el conflicto distributivo con cada uno resignando una parte de sus pretenciones.

Se puede adherir o criticar este esbozo de una política antiinflacionaria pero lo que iba a ser inevitable era que así lo iban a titular los grandes medios, destacando la parte a resignar por los trabajadores y chiquitito "que los empresarios se resignen a ganar menos".

Y bueno Hermes, son las reglas del juego.

Binner quiere diálogo:

"Hay dos opciones: una de continuar con lo que es el modelo K, y otra que es la que proponemos nosotros, sin confrontaciones, sin crispaciones, un país donde la democracia sea tomada en serio. Hay dos planes diferentes, dos proyectos diferentes. Hay un proyecto de diálogo y otro de no diálogo, uno de escuchar y otro de no escuchar"

Esta mañana, en declaraciones a Radio Continental, Binner explica sus diferencias con el Gobierno Nacional que pasan fundamentalmente según sus palabras por las formas haciendo una crítica ya tradicional al kirchnerismo y que se va poniendo obsoleta: no dialoga, no escucha, el gobierno es autista, etc.

Lástima que la haga un día después de que Cristina fuera a Coninagro justamente a dialogar con una de las entidades que forman la mesa de enlace para tratar de consensuar políticas hacia el sector cooperativo agrario y que de un tiempo a esta parte la crispación a la que alude no se la ve por ningún lado a no ser por el reclamo airado de alguna corporación en defensa de alguno de sus intereses.