En mi ignorancia me explico
Por Teodoro
Boot
En éste
como en casi todos los casos, conviene empezar por aquello de lo que uno está completamente
seguro: ni Marcelo Tinelli ni La
Buteler tuvieron la menor influencia en la elección de un papa
cuervo, valga la redundancia.
Asimismo,
aunque ya con menor certeza, es posible afirmar que el nuevo vicario de Cristo
no tendrá tiempo de ocuparse en acelerar el ansiado retorno de San Lorenzo al
barrio de Boedo. Ni de tantas otras cosas.
Brotes paranoicos
Hasta ahí,
todos contestes. De ahí en más, conjetura y especulación, aunque haya quien se
la pille de experto.
Y debe
haber expertos nomás, sólo que, en su ignorancia, uno es incapaz de
distinguirlos de los charlatanes y los paranoicos.
La variedad
de charlatanes es excesiva como para enumerarlas, de manera que conviene pasar
a la paranoia, que en estos días se manifestó en cuatro estados de ánimo no
necesariamente excluyentes: sorpresa, inquietud, algarabía, indignación.
La
indiferencia, que ha sido otra de las reacciones posibles, no es precisamente
un síntoma de la paranoia. Y debería preocupar a las autoridades encargadas de
velar por la salud física y psíquica de la población, que haya sido la
minoritaria.
Para
nuestra sorpresa, lo más sorprendente fue la sorpresa. En este caso, la que
provocó la elección de Jorge Mario Bergoglio, cardenal y s.j., como cabeza de la Iglesia Católica: es vox populi
–vale decir y nunca mejor dicho, vox Dei– que, tal como le ocurriera a Ítalo
Argentino Luder en 1983, Eduardo César Angeloz en 1989, José Octavio Bordón,
Eduardo Alberto Duhalde, Elisa Avelina Carrió o a Hermes Juan Binner, en la
votación del 19 de abril de 2005, Jorge Mario Bergoglio obtuvo el segundo
puesto detrás de Joseph Aloisius
Ratzinger, de ahí en más conocido como Benedicto XVI.
Bien mirado, y a la
luz del posterior derrotero de quienes alguna vez quedaron ahí nomás de la
pole position, los ejemplos no parecen ser muy buenos. Pero así como nadie se
muestra sorprendido de que, no obstante su cada vez más pobre desempeño, Elisa Avelina
se presente una y otra vez a cuanta elección tenga a mano, entre gente algo más
seria, como suelen ser los cardenales de la Santa Madre, era razonable
esperar alguna perseverancia. En otras palabras, que para quien quisiera verlo,
Jorge Mario seguía en carrera. Y enhorabuena, que al fin tenemos Papa. En
mayúscula, para no confundir.
Rogelio
Si algo nos faltaba
a los argentinos como para volvernos definitivamente insoportables, eso era
tener un papa propio. De ahí la algarabía de tantos, hasta de los ateos,
porque, no jodamos, esto es más que ganar el mundial de fútbol, que Del Potro
le haga morder el polvo a Federer, meterle cuatro pepinos a Uruguay en el Centenario o que El secreto de sus ojos consiga el
Oscar.
Pero la compulsión
nacional a la paranoia, el ombliguismo y la sobre-reacción no es únicamente
cuando de festejar se trata. Y sino, miren a su alrededor: numerosos progresistas,
populistas, izquierdistas, feministas, lesbianas, gays de variadas ideologías y
hasta putos peronistas han manifestado su consternación frente al último gran
logro de la argentinidad, capaz de elevar nuestra autoestima hasta los
cielos, literalmente hablando. ¿Y todo por qué?
Jorge Mario (para el
Mundo será Francisco, pero para nosotros seguirá siendo Jorge Mario o, más familiarmente,
Bergoglio) se opone al aborto, al matrimonio igualitario, a la ordenación de
mujeres para el ejercicio del sacerdocio y vaya uno a saber a qué otra cantidad
de cosas a las que también se oponen los demás obispos católicos.
A uno, que es un ignorante,
esto tampoco lo sorprende, de donde bien podría desprenderse que la ignorancia
es una buena tabla para surfear por la vida sin grandes sobresaltos. Pero no se
trata de eso –y si se tratara, bien que lo mantendríamos en reserva–, sino de
que, entre muchos perjuicios, la ignorancia tiene la ventaja de preservarnos de
caer en el síndrome de un personaje del humorista Landrú, “El señor Rogelio, el
hombre que pensaba demasiado”.
Pensar demasiado es
nocivo. Para el hígado, para el sistema vascular y las patas de gallo. Es que,
como decía el bardo, “Mejor que saber mucho es saber cosas buenas”.
Todo esto viene a
cuento de que quienes no sabemos mucho, y ni siquiera cosas buenas, bien
podemos advertir que un obispo, cardenal o jerarca católico proclive al aborto,
al matrimonio homosexual y hasta al control de la natalidad, pagaría setecientos
ganadores en la carrera hacia la silla de Pedro.
Lo más sorprendente
del caso es que las consternadas y consternados lesbianas, gays y putos
peronistas no requieren de la bendición papal para contraer ni consumar sus matrimonios, con lo que las ideas sobre el
tema que pudiera abrigar el nuevo Su Santidad debieran importarles menos que
las de Pocho La Pantera.
En cuanto al aborto,
más que la opinión papal lo que interesa es la decisión de diputados y
senadores, que son quienes hacen las leyes para los ciudadanos y no los que dictan
los preceptos para los profesantes de una religión determinada. Profesantes
que, a nuestro juicio, debieran respetar las advertencias y prohibiciones de
sus pastores tanto como los parciales de Argentinos Juniors las que la comisión
directiva ha establecido en numerosos carteles ubicados en el complejo
polideportivo Malvinas Argentinas: “Prohibido ingresar a las instalaciones del
club vistiendo camisetas de otros equipos”.
En las instalaciones
del club, claro.
Desde luego, habrá
lesbianas y putos peronistas y no peronistas que profesen la religión católica.
Les tocará a ellos, y no a uno, que es un ignorante, llevar a cabo la
correspondiente disputa teológica sobre el tema. Que haya suerte.
Ver para creer
Siguiendo con los
que piensan demasiado, las más sorprendentes reacciones paranoicas no son las
de quienes rizan el rizo de pubis igualitarios, sino las de izquierdistas,
populistas, revolucionarios y reaccionarios en general.
Como corresponde, a
los reaccionarios hechos y derechos todo esto les importa un pito, pero para
los reaccionarios junior, los pichones, aprendices, aspirantes a reaccionarios
senior, las ideas del papa son materia vital, de vida o muerte: el destino de
la civilización occidental, y en consecuencia, de la Especie (en mayúscula, que
es la nuestra) están en manos de Su Santidad y, complementariamente, del primer
mandatario de los Estados Unidos.
Hace algunas décadas,
en el cenit del Proceso, la consternación de los reaccionarios junior provenía
de la simultánea presencia de dos comunistas en las dos máximas expresiones del
poder mundial: James Earl Carter en la presidencia de los Estados Unidos, y Karol
Józef Wojtyła, más conocido como Juan Pablo II, en la silla de San Pedro.
Para los comunistas,
en cambio, la elección de un papa polaco era entendida como un torpedo disparado
debajo de la línea de flotación del Kremlin. Y fíjense ustedes que tan sólo
diez años después de la elección de Wotjyla, se viene a desplomar el muro de
Berlín.
¡A lo largo de 70
años seis sofisticados papas italianos habían luchado denodada e
infructuosamente para destruir al comunismo y un simple polaco lo conseguía en
diez!
Y después dicen que
a los paranoicos no los persiguen…
Valiéndose de este
antecedente, algunos analistas adscriptos al populismo deducen que la elección
de Jorge Mario –que como cardenal primado sostuvo agrias polémicas con Néstor
Kirchner y Cristina Fernández– obedece al avieso y sinárquico intento de hacer
polvo la todavía frágil unidad sudamericana, último bastión de resistencia a la
globalización neoliberal.
Curiosamente, y en
la misma línea de pensamiento, y basándose en el nombre de fantasía adoptado por
Jorge Mario, analistas de las más diversas orientaciones especulan con que,
habiendo destruido Juan Pablo II al comunismo, por medio de Jorge Mario la Iglesia Católica se propondría
ahora acabar con el también ateo sistema capitalista. Y rizando el rizo (esta
vez metafóricamente) los hay que pretenden ver en Jorge Mario un peronista en
toda la regla.
Aunque esta
interpretación y el papel de principal opositor al kircherismo que jugó hace
unos años, harían pensar que Jorge Mario adhiere al peronismo federal o a
algunas de sus subvariantes, está visto que al General no hay quien lo pare y que, finalmente, peronistas somos todos. Y
eso es lo que importa.
El misterio del Espíritu Santo
Contradiciendo el
antiguo refrán según el cual la voz del pueblo es la voz de Dios, para el poeta
gnóstico inglés William Blake, la voz de Dios es sólo aquella que habla por
boca de la indignación sincera.
Esperemos que no sea
así, pues hay gente sinceramente indignada de que haya sido elegido para ocupar
la silla de Pedro un hombre sospechado, no sólo de encubrir crímenes de la
dictadura, sino de haber sido entregador de algunos de sus hermanos en la fe.
Sospechado y acusado, pero no imputado, procesado y condenado, que vienen a ser
detalles de alguna importancia.
Pero ¿qué podía
esperarse? Si se miraban entre ellos, los cardenales no tenían nada mucho mejor
o muy diferente para elegir.
Es verdad que, por
doctrina, el vicario de Cristo no tiene por qué ser cardenal, ni obispo, ni
siquiera cura. Debe sí, profesar o fingir que profesa la Verdadera Fe. Vale
decir, no debería ser judío, o apóstata, cismático, musulmán o mazdeísta, pero
dentro de la grey católica, cualquier podría ser papa, menos Diego Armando
Maradona, quien, como se sabe, es Dios Mismo.
Sin embargo, no es
recomendable elegir a un tipo cualunque y ya hace siglos que el Vaticano dejó
de lado esa insana costumbre: podría acabar con el mito de la infalibilidad.
Aunque parezca
mentira, la infalibilidad no es una, sino dos. Hay una muy obvia: si el papa es
nada menos que la voz de Jesús en la tierra, es de cajón que jamás va a meter
la pata. Pero en este extraño monoteísmo, otra forma de Dios interviene en la
elección papal: parece ser que en el momento de la votación final, los
cardenales reciben el soplo del Espíritu Santo.
Eso dicen, aunque
teniendo el Espíritu Santo forma de paloma… Como sea, este principio de doble
infalibilidad garantiza la cohesión interna de la más antigua y duradera
organización humana después del imperio Chino.
Pero si en lo
interno es creencia, hacia lo externo la infalibilidad funciona como sugestión:
hasta los sin dios creen interpretar en las decisiones del colegio cardenalicio
razones ocultas y estrategias inspiradas por una profunda sabiduría, como la de
destruir el comunismo, el capitalismo y el populismo, cálculo y sabiduría que la convulsionada
historia de la propia Iglesia parece desmentir una y otra vez.
Es una verdadera
incógnita qué se propone el Espíritu Santo. ¿Qué sobrevendrá luego de la
destrucción del comunismo, el populismo y capitalismo? ¿El justicialismo? ¿El
socialismo del siglo XXI?
¿Jesús es Dios y Chávez su profeta?
Vaya uno a saber.
11 comentarios:
Antes de seguir mandándose hasta el abismo muchachos, reflexionen...
¿Cuanta gente va a Lujan cada año?, ¿y a San Nicolas? ¿Itatí? ¿San Pantaleon? ¿Desatanudos? ¿Salta? ¿San Cayetano?
Están en el pais donde hasta gran parte de la conducción de montoneros fue acción católica....
Guarden a Laclau en el ropero hasta fin de año. A veces parece que Uds. son sus peores (y propios) enemigos...
Entren a www.mundovilla.com
Un consejo: La progresía ataca preferentemente a los tipos de altos y medios ingresos , sedentarios que ven el mundo desde una computadora...
A ver muchachos...
¿La teocracia de Iran, aprobó ya el aborto y el matrimonio gay? ¿dejaron de castigar con pena de muerte a las adúlteras?
Desde qué pedestal hablan???
Los que acusan hoy, fueron corajudos cuando los militares sacaban gente de sus casas a la madrugada?
La presidenta y su esposo presentaban habeas corpus???
D´elía tomaba comisarías para liberar detennidos en esa época?
O estaban cagados en las patas como la mayoría?
Las chicas que van a Lujan, a San Nicolas y demas lugares,jamas cojen siendo solteras,ni usan preservativos y muchos menos harian un aborto de ser necesario y tener la plata. No,jamas
Ningun catolico deseo a la mujer del projimo,ni mato,ni robo, ni sintio ira o envidia y mucho menos ser avaro o soberbio.No,nunca
Ser hipocrita no es un pecado y no serlo no es un mandamiento,asi que pueden seguir asi en su camino al cielo.
Ya Francisco comenzò la nueva cruzada, en la primera misa dijo "quien no reza al señor le reza al diablo", que es lo mismo que decir "quien no está conmigo está contra mi"...
¿Será Francisco siempre o en la intimidad le gustará que lo llamen "Paco", "paco gerte".
Quilmeño, soy el de 12.58 y el de 14.39...
En el primero de mi comentarios hablo de realpolitik ¿te acordas los que se movilizaron cuando vino JPII? Uds. por su soberbia progre son capaces de crucificar a su propio gobierno??
Y en el 2do hablo de lo mismo que vos: hipocrésia. Hipocresía mayúscula
Y lo del Profemarcos es un acto de fe...Todavía está tratando de redimirse de cuando los kumpas casi lo linchan por ofenderse con Cristina, y ahora se pasa de chupa... de obsecuente
Es indudable la fuerza de las palabras de Boot. Es un ladrillazo al cerebro. Un bochazo certero que despierta hasta la neurona más dormida. Bien ingeniero, gracias por tanta clarividencia. Tanta contundencia...
Digo yo, si el Papa es elegido por el Espìritu Santo, quièn fue el que eligiò a los Papas Borgia? a los que mandaban a asesinar y sembraban hijos por doquier? Estarìa de vacaciones el Espìrutu Santo?. E jueves en las empinadas calles de Bariloche me parò un periodista con càmara y micròfono,me tomaron de sorpresa. Lo ùnico que me saliò fue un "a mi ni me fu,ni me fa". Ni tachin tachin pseudo nacionalista ni veneno anticlerical. A muchìsimos las escuelas reiigiosas nos sirvieron para eso, para ser agnòsticos. Un ni fu ni fa no exento de dolor por la pèrdida de la fe.
Y encima de toda esta confusión, Francisco la agrava porque después de haberse enfrentado a "los K" como cardenal, lo primero que hace como Papa es invitarla a Cristina para hacerse regalitos, intercambiar besos y sonrisas y compartir un almuerzo. La elección de Franciso dejó anonadado al oficialismo, y la invitación los dejó en estado de estupor a los de la opo, que ya lo veían como el nuevo jefe de la ídem.
Y para los que tienen dudas de su filiación peronista, les informo que militó en Guardia de Hierro en su juventud, que decían que eran la verdadera Tercera Posición porque estaban tan distantes de los Montos como de la CNU.
me hacen pensar mucho los post de teodoro, pero la verdad creo que cuando habla de lesbianas gays feministas etc se está olvidando de la cultura, de la sociedad civil, ahí opera la iglesia católica. no me digas que no tiene sus influencias, por decirlo rápido de alguna manera. la iglesia es una instituciónq ue porpaga la homofobia por más de que yo me pueda casar civilmente con mi novia. esa homofobia me efecta muy directamente, me case o no. porque el casamiento es apenas un improbable evento de mi vida
es interesante todo el texto, pero creo que subestima un poco la influencia que puede ejercer un papa argentino en la cultura argentina
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