Como su padre en 1983, Ricardo Alfonsín se larga a la pelea interna en el Microestadio de Ferro hoy a las 19 horas bajo la misma consigna: "Alfonsinazo". Su objetivo es ganar las internas partidarias en la PBA del próximo 6 de junio llevando las banderas de la renovación frente al aparato de los históricos de Storani y Moreau, aliados del cobismo y del Cholito Posse, que manejan la junta electoral del partido y los cuestionados padrones "inflados" al habilitarse para votar a gente que posee afiliaciones dobles y hasta triples, situación que el alfonsinismo ha protestado en la Justicia que ordenó una depuración en los padrones.
Alfonsín ha nacionalizado esta interna tomando estas elecciones como el primer test para enfrentar al vicepresidente equívoco Julio Cobos en la carrera por la candidatura radical del 2011 quien apoya a los históricos aunque no le pondrá el cuerpo a la campaña, incluso se dice que ha ordenado a su tropa de intendentes como Mario Meoni de Junín que "apoyen pero que no se expongan".
Cobos trató de sobreactuar un papel "prescindente" buscando una lista de unidad previo a las elecciones que estaba condenada al fracaso y Alfonsín se está rodeando de dirigentes de peso en la UCR, declarados enemigos del mendocino como Angel Rozas, Gerardo Morales y Mario Negri que por fuera de la PBA esperan que esta sea una derrota del hombre del corazón parlante y el comienzo del fin de lo que era su fatal candidatura radical el año que viene.
Alfonsín se presenta como un hombre que puede convocar al panradicalismo frente al rechazo explícito que Cleto genera en dirigentes como Elisa Carrió quien ayer dijo en el programa de Mirtha Legrand que "podría arreglar una fórmula presidencial" con Ricardito votando así por el hijo de don Raúl en las internas bonaerenses.
Sin embargo, la judicializaciçon de la interna y las denuncias de ayer de Alfonsín acerca de un posible fraude en un acto en el Ricardo Rojas hacen dudar del resultado de las internas, incluso hasta de su realización como leemos aca en La Nación:
"Nueve días antes de las elecciones internas para renovar la conducción de la UCR bonaerense, Ricardo Alfonsín denunció ayer que su sector todavía no tuvo acceso a los padrones definitivos de afiliados, no sabe en qué lugares se votará ni le informaron para cuántas mesas tendrá que conseguir fiscales.
También dijo que recurrirá a la Justicia para que le permitan fiscalizar con afiliados de otras provincias, y sólo se salió por un momento de la disputa partidaria para aceptar los guiños que le envió Elisa Carrió para formalizar una alianza en 2011."
Como puede verse, el "diálogo y el consenso" aún no pudo generar en la UCR una base común para la disputa interna que lo hagan digno de su historia. Ni siquiera quien hasta ayer nomás era el candidato indiscutido para las presidenciales del 2011 ha sido readmitido en el partido ni tampoco ha abandonado la vicepresidencia obtenida enfrentando a la UCR "de la resistencia" y es rechazado ampliamente por los aliados del partido en el ACyS.Alfonsín propone una renovación llevando como estandarte la imagen de su padre, una renovación que seguramente viene haciendo falta desde hace muchos años, cuando aún el viejo lider manejaba los hilos del partido y se iba lentamente desgranando en los pedazos que su hijo dice poder convocar.
Mucha suerte.
* Artemio López analiza aca la interna radical en la PBA
