Betty Sarlo tiene que escribir sobre
Gabriela Michetti y entonces le dedica en
La Nación este manifiesto en contra del cualunquismo de
"las buenas intenciones", discurso que pretende disputar la hegemonía frente a la crispación kirchnerista y su expresión electoral, medidora según todas las encuestas, en la
CABA es
Gabriela y el
Rabino Bergman.
A
Betty nunca le gustó la vulgaridad del
PRO, su discurso chirle que chorrea ideología mientras la niega atribuyendole sus iniciativas a
"la gente" siendo
Michetti un caso emblemático del cualunquismo que en lugar de ideología prefiere hablar de
"valores" que según
Gabi son transversales a todo el espectro político y que cruzando el
Riachuelo y la
General Paz se encarnan en
Sergio Massa a quien junto con
Daniel Scioli,
Betty no deja de nombrar en la nota. Para una republicana sesentista como
Betty, si el poskirchnerismo va a ser esta gelatina insípida mejor no cuenten con ella.
Por eso este texto impiadoso contra una dirigente que habla de
"gestión, pero no se la recuerda por su gestión institucional" va más allá de su objeto de análisis y apunta a un relato que viene a ofrecerse como la opción superadora de la épica militante con la que
Sarlo tampoco comulga.
Tampoco está diciendo mucho de nuevo. Desde el kirchnerismo solemos emprenderla en contra de este verso ecuménico y muchas veces terminamos cayendo en el barro al cual nos quieren llevar haciendo un elogio del conflicto, mientras que
Betty lo pone así:
"Michetti (pero podría decir también Scioli o Massa) no plantea
problemas, sino métodos: hablemos de buena fe y las cosas se irán
solucionando; no seamos autoritarios ni sectarios y todos juntos seremos
más; aunque sea lindo cambiar opiniones, los problemas tienen siempre
una salida que está más cerca del sentido común "único" que de las
combinaciones complejas. Lo que se define a partir de intereses, y que
por lo tanto es objeto de conflicto, erosiona la imagen de una política
para todo el mundo. Impuestos, reasignación de recursos públicos,
salarios, ingresos, lucro quedan en un limbo donde las soluciones
técnicas proveerán la salida. De eso mejor no hablar: la visión
tecnocrática de la política (como si hubiera sólo una solución técnica)
se envuelve en el aura de un interés colectivo de todas y todos. No
siempre el interés de todos y todas es objetivamente coincidente, pero
ese capítulo, el de las diferencias materiales, no es fundamental en el
discurso del "buentipismo" político."
Esta es la mejor
Betty y la celebramos.
11 comentarios:
También a Fidanza se lo ve bastante incómodo ante el renacer cualunquista. En este caso desde el liberalismo conservador tradicional. Y uno que, desde lejísimo de ambos, coincide en ese punto con los dos ¿No seremos muy (primeros 3/4 del) siglo XX? ¿No será ese cualunquismo "lo que se viene" y nosotros una manga de desubicados? Fijate que para competir con eso elegimos candidatos que se le parecen demasiado...
Guido: Das en el clavo y algo de eso quería incluir en el post,no somos completamente inmunes a la fenómeno tampoco.
Saludos
Guido, la misma Sarlo dice en el artículo algo así como: "Si estos son los políticos del futuro, ¿cuál será el futuro de la política?"
Lo patético de estos tipos es que no son cínicos. Son así.
El otro día en una entrevista le preguntaron a Bergman cuales serían sus iniciativas en el Congreso, y el tipo se puso literalmente a balbucear. O sea : ni siquiera se le ocurrió que alguna vez en campaña alguien le preguntaría algo así.
Mientras este Cris dando manija el cualunquismo -disfraz del neoliberalismo ahora,continuacion del fachismo en Italia- tendrá pelea. Por eso la fórmula del FPV en el 2015 deberá ser de hacha y tiza, la blandura que sólo sea táctica momentánea. Por otra parte ya sabemos de lo que pueden ser capaces los cualunquistas, el primer reflejo es bajarse los pantalones el segundo festejar con el poder real.
Sin embargo, en mi opinión, la llave de la nota de BS está en el párrafo final: la ideología está (y seguirá estando)en la toma de decisiones, por lo tanto la política, o mejor su futuro, no será muy distinto del de hoy: constituir las herramientas para la modificación de la sociedad humana, sólo que seguramente no coincidiremos en qué sentido será modificada.
El cualunquismo es a la política lo que el liberalismo del siglo XVII fue a la economía: una conceptualización falaz para lograr los objetivos buscados.
épica militante y apocalíptica clerical
son las dos caras de la misma moneda
http://rib-moregeometrico.blogspot.com.ar/2012/04/peron-y-copello.html
es el antiguo régimen de los argentinos
milani y bergoglio ... vamos
Pero esto es muy contradictorio con la percepción que al menos yo tengo de la política local, donde justamente al intendente los votantes le hacen "marca personal" y le cuentan las calles asfaltadas del barrio y las luminarias colocadas. Ok, asfaltar calles no es a priori ideología. Pero qué barrio asfaltaste sí lo es.
La clave es la muerte de los partidos políticos como espacios de debate de ideas y promoción de dirigentes que las sustenten.
El peronismo nunca fue un partido. El radicalismo ha abandonado ese papel desde tiempos de Alfonsín.
Hay que volver a ellos, sino la política termina siendo cosa de publicistas y asesores de imagen. Qué diferencia escencial hay entre Massa, Insaurralde, el colo y Michetti??
Son productos vendibles como una bolsa de papafritas.
bueno, no creo que Cristina sea cualunquista.
de cualquier manera coincido que al querer hacer comer mierda a millones de moscas por parte del gran hermano (Clarín desde mi óptica) se termine tirando con munición gruesa.
todo muy grosso
saludos a todos y todas
"Qué diferencia escencial hay entre Massa, Insaurralde, el colo y Michetti?"
Mucha.
No es todo lo mismo, tampoco es todo cagarse a puteadas con el otro.
El problema de Massa, De Narváez y Michetti es que no dicen nada de lo que piensan hacer, ni de lo que quieren del país. Pero Massa es intendente y uno sabe lo que hizo en su municipio, se puede suponer que es lo que pretende. Michetti pertenece a una fuerza conservadora que gobierna la CABA, por ese lado también se puede suponer para dónde rumbea. Y De Narváez se fué en spots pero nunca cambió nada desde su banca de diputado, y siempre acomodó su discurso demagógicamente a lo que le convino.
No estoy para nada de acuerdo con que es todo lo mismo, y menos con meterlo a Insaurralde en esa calificación.
Saludos.
Alguien sabe a quien se refiere con lo del sec de cultura que no dejaron asumir por ser homosexual????
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