Todo movimiento, referente, grupo de personas que protestan o adhieren a una causa determinada ya sea polìtica o religiosa cuando quiere hacerse visible y llevar su mensaje al resto de la sociedad o interpelar al poder ocupa el espacio pùblico.
Y el Estado no permanece indiferente frente a esto. Puede tolerar, reprimir o incluso alentar a quienes lo ocupan si està en sintonìa con lo que el grupo de personas propone.
Menuda discusiòn se armò respecto del mega mitìn proselitista de dos dìas del pastor evangelista Luis Palau nada menos que en el obelisco, espacio pùblico privilegiado de la CABA.
Y justamente ocupa el espacio pùblico con el auspicio y beneplàcito de quienes hacen de su defensa irrestricta una bandera innegociable , un absoluto.
La contradicciòn es evidente, imposible no marcarla para quienes defendemos el derecho de todos a expresarse justamente en el espacio pùblico.
Macri, Michetti, Rodriguez Larreta, Burzaco y cia: banquensela
Nos Disparan desde el Campanario En Argentina la figura del traidor se ha
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Marcelo Sala
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Hace 11 horas
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