La vida te da sorpresas

Cambio de escenario. Como dijera Dante Panzeri acerca del futbol la política también puede ser "dinámica de lo impensado".

Las cuatro entidades rurales tenían la pelota en su campo luego del mutis del Pingûino y el discurso conciliador de Cristina. Lejos de mostrarse conciliadores e interpretando el gesto como una debilidad del Gobierno Nacional ratificaron la medida de fuerza y fueron a entrevistarse con Binner a Santa Fé y el Gobernador los recibió con un documento de cinco puntos: marcó la cancha antes de ponerse a dialogar acerca de sus reclamos. Incluso más. Tuvo palabras de elogio hacia el discurso de Cristina y ya no se opone a las retenciones móviles sino que pide que continúe el proceso de revisión interrumpido por "el campo" cuando se levantó de la mesa de negociaciones para volver al paro.

Las entidades quizás presionadas por sus bases o por la dinámica misma del conflicto largaron una señal ya no contradictoria sino esquizofrénica: mandar un fax a Casa Rosada pidiendio audiencia con Cristina y a su vez ratificar el paro y anunciar un gran acto en el Monumento a la Bandera el 25 de mayo, fecha en donde el Gobierno había pensado largar el Acuerdo para el Bicentenario.

En la Plaza de Mayo frente a la gobernación de Santa Fé los chacareros reunidos pedían que Binner saliese al balcón a dirigirles la palabra. Binner no aceptó y algunos cambiaron los cánticos de aliento por insultos hacia el Gobernador que eligió marcar sus tiempos y su política.

Los diarios de hoy reflejan el hartazgo de la sociedad hacia el conflicto. Hace unos días María Espéranza Casullo en Artepolítica posteó "El que pega primero pierde" y parece que "el campo" quedó en offside esta vez.

Pienso que el primer error es ir a que respalden exigencias maximalistas hombres que han hecho del paciente trabajo político hasta conseguir su objetivo su estrategia, sobre todo Binner. Y muchachos del "campo" asúmanlo de una vez, por su propio bien. No son la patria, no son la bandera, no son la escarapela, no tenemos que besarles los pies y darles gracias por habernos salvado.

Si algo nos salvó fue la política.