Punto de inflexión

Semana intensa la anterior, quizás la más intensa de estas que hemos tenido últimamente en donde cada día lo que pasó ayer se hace irremediablemente viejo y obliga a pensar el tablero de nuevo pues las fichas se han movido en forma tal que la polaroid que refleja las posiciones relativas de los protagonistas se desvanece en cuestión de horas. Es que de como se vayan resolviendo las cuestiones planteadas en estos pocos días puede resultar en un punto de inflexión respecto de lo que se anunciaba como fatal desde el 28J y el recambio parlamentario de fin de año.

La novedad más sobresaliente a nuestro juicio no ha sido titular en ningún medio: el kirchnerismo como expresión mayoritaria del peronismo y que lo excede ampliamente ha decidido pelear por el futuro con posibilidades ciertas de éxito. No se trata entonces de "llegar al 2011" como era la premisa el día después del 28J ni "arañar el 40 %" para evitar el balottage en las próximas presidenciales. Se trata de ampliar la base política que le da sustento para trascender lo meramente electoral y proyectarse como una fuerza movimientista e inclusiva de distintas expresiones que encuentren en él la herramiena política que represente sus ideas e intereses. "Este es un proyecto para 10 o 15 años" dijo Néstor Kirchner ayer en Parana y en ese marco del acto del PJ no estaba hablando solamente de si mismo o de Cristina.


Betty Sarlo, la intelectual inorgánica de la oposición más lúcida y por quien tenemos el mayor de los respetos lo puso en esta nota de lectura obligatoria en blanco sobre negro: el kirchnerismo está avanzando en la pelea cultural por el sentido común, que se suele ubicar geográficamente en los sectores medios y tiene con que. Esto nos lo confirmó un intelectual crítico del peronismo esa misma noche del jueves en que apareciera la nota, Teodoro Boot: "si el kirchnerismo da la pelea ideológica tiene mucho con que ganar frente la pobreza espantosa de lo que tiene enfrente".

Es por eso que, a pesar de que la relación de fuerzas sea cambiante y suela muchas veces presentarse como desfavorable para el oficialismo, el kirchenrismo deja de pensarse a si mismo como resistencia y comienza a imaginar la consolidación de un nuevo orden democrático que reemplace al viejo orden corporativo.



Si hay un ejemplo más claro de que la resistencia esta del otro lado, solo hay que ver la foto de Magnetto que sale disparado de la reunión que con el resto de la dirigencia del emblemático lobby AEA mantuvo con el presidente de la CSJ para exigirle que el máximo tribunal boludee la puesta en vigencia de la Ley de SCA hasta que cambie la composición del PEN por otra más business friendly que la actual. La gravedad del asunto requiere que sea él y el resto de la cabeza de los negocios en la Argentina el que se ocupe de ir al pié en persona y las contradicciones de un bloque que sabe muy bien donde están sus intereses pero que no es homogeneo y tiene una larga lista de facturas que cobrarle al monopolio lo hace público en un medio enemigo de Clarín. Lorenzetti también se cubre: acepta la audiencia pero que se entere todo el mundo publicándola en el portal de la Corte. Hablar de "crisis terminal del monopolio", como en esos clásicos escritos de la izquierda tradicional acerca del capitalismo, tal vez sea exagerado y el final está todavía abierto, pero lo que fue y las glorias pasadas han muerto cualquiera sea el resultado de la pelea.

La tribuna de doctrina, aunque se nota que comienza a ver que la defensa cerrada del viejo orden los puede llevar puestos y matiza sus contenidos, hace fuerza dando por hecho aca que ante la llegada de medida cautelar en contra de la aplicación de la Ley de SCA, la Corte se tomará su tiempo para decidir acerca del tema. Hasta le proporciona argumentos para hacerlo:

"El Gobierno pretende que la Corte actúe rápido y que restablezca la vigencia de la ley. Sin embargo, la situación no es tan simple: la ley, debido a la forma en que fue sancionada y a su contenido, fue suspendida, total o parcialmente, por cuatro jueces en seis causas judiciales distintas y no solamente por decisión de la jueza Olga Pura de Arrabal, el único expediente que hasta ahora llegó al alto tribunal.

No se descarta, así, que antes de apurar la definición de un asunto tan delicado, pese a las presiones del Gobierno, la Corte espere a tener ante sí toda una gama de impugnaciones, para hacer una lectura más adecuada y completa de la situación."



Del otro lado se defienden como pueden y tratan de construir el relato del miedo basándose en una serie de hechos puntuales que van a contramano de esta estrategia oficialista: la aparición de los famosos carteles que cuestionan la independencia de los formadores de opinión opositores tildado de "escrache" por el dispositivo opositor, los desmanes en la Feria del Libro en ocasión de la presentación de un libro de denuncia del "Indek" y el "juicio" a la actuación de una serie de periodistas durante la dictadura militar por parte de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. No es nuestro propósito abrir polémica acerca de la autoría de alguno de los hechos o de la conveniencia o no de que una organización autónoma como las Madres lleve adelante un acto político coherente con su trayectoria. Si la de poner de manifiesto que lo que podria haber sido una protesta en el Congreso ante una situación a la que consideran injusta y descalificadora por parte de los aludidos, se transformó en una teatralizaciòn grotesca de lo que dia a día escriben o dicen en sus medios llegando al limite del melodrama. Sin compartir ninguna de las acciones que terminan victimizando a quienes se amparan y responden a la concentración mediática, pensamos que en honor a la verdad deberían reconocer que ya llevamos años de "escraches" y estigmatizaciones por parte de sus medios y sus propias plumas por el solo hecho de adherir a un proyecto político cuyo último capítulo alude a los que usamos este medio electrónico para expresarnos.

Y en medio de esta pelea de fondo, el grupo A sigue sin imponer sus proyectos y ahora se encuentran más solos pues la concentración mediática está metida en sus propios problemas y poco espera de quienes han demostrado no estar a la altura de lo prometido antes de las elecciones y cuya caída en pìcada en la consideración popular es reflejada por todas las encuestas.

Queda entonces la sobractuación histérica de Gil Lozano el miercoles pasado ante las cámaras de televisión denunciando a los aullidos al falso progresismo de Sabbatella ante la falta de quorum en Diputados cuando no pudieron juntarlo con los propios para tratar la reforma del impuesto a cheque o ir a zamarrear a un movilero de Canal 7 exigiéndole "que diga la verdad" cuando no están frente a la luz roja que los encandila.

Llega entonces esta semana en donde entre otras cosas se debatirá en el Senado el pago con reservas de las obligaciones externas y quizás haya una sesión especial para tratar en Diputados la reforma del Código Civil para permitir el matrimonio de personas del mismo sexo.

El único pronóstico que podemos dar es que la intensidad no decaerá.