Regalo de cumpleaños

Ayer todo era alegría y pronóstico optimista en el cumpleaños número 60 de Felipe Solá en un restaurante de General Rodriguez.

El cumpleañero había improvisado un discurso acerca de la trascendencia de las elecciones presidenciales del año que viene en donde "se plebiscitará el modelo de país para los próximos 20 años" y espera ser el lider de ese cambio estratégico.


Solá piensa que su rival es Eduardo Duhalde y va a polarizar con Tachuela a quien lo cree su principal adversario:

“ Hay que elegir un contrincante . No se puede correr contra todos” “Le tengo aprecio (a Duhalde) como articulador del futuro pero rompió con todo eso. Fue un error. Le faltó paz para ubicarse en ese rol”.

Otro operador decía: “Si le ganamos a Duhalde, somos gobierno".

Hasta que un nada kirchnerista León Arslanián dijo:

"Néstor gana en la primera vuelta"

Y se le fueron encima, justo mencionó que la cooperativa disidente fallaría en su causa principal: impedir un triunfo peronista en el 2011.

Ese armado anda a los tumbos estos días con el dualdismo alejándose de la sarasa productivista y tomando un perfil de derecha tradicionalista y titulera más propio de un Luis Patti que de un dirigene peronista pero que le da al conjunto su perfil ya que el hombre de Lomas es el articulador del espacio, lugar por el cual dice Felipe irá desde una posición ideológica diametralmente opuesta a él.

Y la decisión del espacio de ir "por afuera" de las primarias peronistas es inevitable por la misma definición y objetivo de su armado. Es la pelea primera: el oficialismo está tratando de atraer la mayor cantidad de dirigentes que han jugado en las última elecciones con los "disidentes" para que disputen su lugar adentro en lugar de colgarse de esta opcion en la que el recuerdo de terminar a merced de la lapicera de De Narváez está muy fresco.

Y fundamentalmente, no se vislumbra ni por asomo que hoy por hoy la cooperativa disidente sea opción de poder, a pesar de que Tachuela diga esto . A lo sumo jugarán el papel de árbitro en las generales, un objetivo que parece ser la opción de máxima.

Y en el peronismo el juego suele ser la pelea por el poder.