Por suerte existe la política

Y finalmete ganó la política como tenía que ser frente al fenómeno de la usurpación de tierras en la CABA y el Conurbano: luego del anuncio conjunto de la Ciudad y Nación de una solución que incluye un plan de viviendas y a la vez desalienta las tomas al quedar excluidos quienes participen de movidas de ocupación.

Anbas adminitraciones se comprometen a trabajar en conunto en el territorio porteño y compartiendo la inversión por partes iguales. Esto fue aceptado por los ocupantes del Indoamericano que en diversas asambleas aceptaron la propuesta y abandonaron el predio.

A pesar de que algunas de las otras ocupaciones persisten, la mayor de todas se ha desactivado. Esta es una victoria por sobre los que proponen la violencia como única solución frente al conflicto social, un conflicto que más allá de que haya quienes instigan a que se manifieste mediante la acción directa de los más necesitados, es una realidad que no se puede ignorar.

Lo acordado si bien es un avance, está lejos de ser una solución de fondo del tema habitacional y creemos que se debe ir desde los planes focalizados hacia una universalización del derecho a la vivienda. Las tomas pueden ser vistas como un pasaje de pantalla desde la universalización de las asignaciónes familiares hacia demandas más complejas como cubrir la necesidad de una vivienda.

En el medio queda una inmensa operación y errores cometidos por ambas administraciones que pudieron haberse evitado si la política hubiese ocupado el lugar en donde estuvo ausente hasta que tuvo que resolverse en el más alto nivel, como si en el medio no hubiera nada. Este es un desafío para un proyecto político cuya vocación debe ser la representación de los que piden frente a los que ven a esta demanda como un problema de orden público en lugar de un reclamo social que debe ser atendido.