La continuidad o el batacazo

El año electoral comienza hoy en serio con las elecciones locales en Catamarca. Poco más de 250000 catamarqueños están empadronados para sufragar y las últimas encuestas dan eso que se llama "empate técnico" y significa que la diferencia entre dos competidores entra dentro del error estadístico y por lo tanto el resultado de la medición es incierto.

Sin embargo, todos los sondeos dan una muy leve diferencia a favor del gobernador Brizuela del Moral que va por su segunda reelección frente a la candidatura de quien fuera su vicegobernadora, la senadora Lucía Corpacci del FpV quien a lo largo de la campaña fue creciendo en intención de voto sin pausa pues en cada sondeo iba creciendo día a día pisándole los talones al oficialismo provincial. Era notable comparar encuestas con pocos días de diferencia y ver que su intención de voto crecía a pesar de que el gobernador se mantenía en el primer puesto, cada vez más asediado en un marco de extrema polarización en donde las terceras opciones prácticamente no existen, aunque la victoria de uno u otro frente pueda darse por apenas un puñado de votos.

Es por eso que en una de las dos provincias con claro pronóstico radical (la otra es Río Negro y se vota gobernador junto con las nacionales) puede darse un batacazo que teñiría con su influencia el primer tramo de las elecciones de este año. Sin minimizar un triunfo radical, si ocurriese se daría la lógica en una cuestión, la política, que cada tanto suele dar alguna sorpresa.

El gobernador trató por todos los medios de provincializar al extremo estas elecciones, llegando a prohibirles a los tres precandidatos nacionales de la UCR que fueran a recorrer la provincia antes de las elecciones. La razón es lógica: la nacionalización beneficiaba a su competidora dados los índices de aceptación de Cristina en la provincia y que la intención de voto por Corpacci pegó un salto hacia arriba luego de la visita de la presidenta.

En el oficialismo nacional con los datos de las encuestas mantienen las esperanzas de un triunfo que lo haría entrar pisando muy fuerte en el año electoral y los ánimos no serían los mismos en los espacios que conforman la primera y la segunda minoría nacional.

Cabe esperar que cerrados los comicios ambas opciones se adjudiquen la victoria pero habra que esperar el conteo de los votos para que haya una tendencia cierta que arroje un ganador (o ganadora) , el primero de este año fundamental en le que se decide si se continúa en la senda de 8 años o se opta por un cambio a nivel nacional.