Una opción de mayorías

Con el triunfo aún caliente, con una victoria tan contundente es dificil ser objetivo en el análisis sin que las cifras nublen la razón, nunca fuimos independientes ni lo seremos, pero igual lo intentaremos.

Lo primero para destacar es la altísima participación popular en unas elecciones ineditas que deciden quienes serán los candidatos en las generales, el debut de un sistema que ojalá se vaya consolidando en el tiempo y el ejercicio ciudadano, una veradera "política de Estado" que deberían apoyar aquellos que suelen juntarse para defender los intereses concentrados en los que "todos (ellos) están de acuerdo". No hubo espacio que no tuviera acceso a la difusión gratuita en los medios de sus propuestas y spots publicitarios, se pagaron todas las boletas que hicieron falta más allá de la activa militancia de algunos espacios políticos que incluyeron denuncias públicas y judiciales para que el sistema fracasara. Desde el Estado se estuvo a la altura de las circunstancias y de la política sostenida que benefició a todo el mundo emparejando las posibilidades de todos. Ni siquiera hay argumentos suficientes para empujar el paso a un sistema de "boleta única" porque donde falló la logistica opositora fue por falencias propias atribuibles a su carencia de fiscales o de planificación para maximizar el empleo de los recursos con que cuentan y no a supuestas malas artes oficialistas.

El oficialismo queda en "el mejor de los mundos" con vistas a octubre con la mayoría obtenida y al plasmarse en las urnas la fragmentación opositora que resultaba de los alineamientos y frentes que pudieron construir. El triple empate de las segundas fuerzas no perfila a ninguno como primera opción frente al oficialismo y esta carrera dio suma cero para los espacios opositores y si hablamos de la interna peronista, el gran objetivo de Hector Magneto al convocar a los "disidentes" a su casa, la conducción queda en manos de Cristina al superar por casi 40 puntos a Eduardo Duhalde y por más a Alberto Rodriguez Saa. Se abre una gran incógnita acerca de como encararán cada uno de los espacios estos dos meses que restan para las generales, imponiéndose un cambio de estrategia para conservar el voto obtenido en las primarias y si se puede arrimar algunos más. Es probable que tiren la caña en el estanque del opositor más cercano con lo que repetirían la práctica empleada en estas primarias.

Esto deja para el peronismo para octubre en la situación de "competir consigo mismo" intentando repetir o mejorar esta performance en las primarias y debe hacerlo desde la gestión, lo que lo coloca en la disyuntiva de "hacer la plancha" o comenzar a delinear un par de lineas directrices para la eventual seguiente gestión que de acertar consoliden la base electoral obtenida en estas elecciones. Puede ser arriesgado pero esta administración siempre tomó riesgos y el espectacular triunfo obtenido legitima esta eventual iniciativa y hay que tener en cuenta la crisis mundial que obliga a desplegar políticas que la enfrenten con el menor costo posible.

Se abre entonces una etapa de previa a un segundo mandato de Cristina en la que si bien no está todo dicho el voto popular ha dicho bastante tanto en zonas urbanas, el gran déficit territorial del 2007, como en las zonas rurales en donde parece que buena parte de la renta que fue motivo de la "crisis del campo" sigue derramando a juzgar por como votaron ayer.

Con la alegría del triunfo y la vista hacia adelante el proyecto kirchnerista deberá consolidar la opción de mayorías plebiscitada ayer en las urnas.