Encarando el tema subsidios

Un tema era recurrentemente reclamado por los analistas económicos, ortodoxos y no tanto, por políticos de la oposición y que también era discutido por cuadros del oficialismo: que el Gobierno modifique el esquema de los subsidios al consumo de los servicios públicos que tienen un fortísimo impacto sobre las cuentas públicas. Ahora comienza a ser estudiado para su reducción o su eliminación lisa y llana dependiendo del caso, como anunciaron hoy los ministros de Economía y de Planificación Federal.

Tema sensible porque la eliminación total o parcial de un subsidio hace que el beneficiario tenga que poner la diferencia y el universo de los que disfrutan de estos beneficios abarca a todo el mundo; sectores públicos, privados y particulares. Esto no implica que el servicio aumente sino que aumenta el monto que se debe pagar por él al reducirse o eliminarse la alícuota de la que el Estado se hace cargo.

A la derecha reproducimos la evolución de los subsidios en general, incluyendo energía, agua y transporte, en millones de pesos desde el año 2003 al 2011. El gráfico habla por si solo: la curva puede aproximarse a una exponencial y este nivel de gasto es insostenible en el tiempo y requiere que el Gobierno opere sobre este tema. La ocasión es inmejorable para encararlo luego de las elecciones generales y el enorme respaldo en las urnas al oficialismo, además de existir consenso generalizado en los espacios políticos y actores económicos, que esperemos que tengan honestidad intelectual cuando al tema se refieran. Hay consenso en que no debe demorarse una modificación en el esquema para reducir esta enorme masa de dinero creciente al ritmo del aumento de los costos con que el Estado beneficia a los usuarios, discutiremos luego el como y el grado de impacto sobre cada sector.

En principio la medida afecta a algunas empresas y no a los usuarios particulares de servicios de agua, gas y electricidad según lo dijo Julio de Vido:

"Vamos a ordenar que a partir de las fechas de publicación de las resoluciones se quiten en un ciento por ciento los subsidios para los sectores de bancos y financieras; de seguros y todos sus anexos; de juegos de azar; de aeropuertos internacionales, principalmente Ezeiza y Aeroparque; de terminales de puerto fluviales de pasajeros; de empresas de telefonía móvil; y de extracción de hidrocarburos, minería y derivados".

Pero el resto de los subsidios a otros usuarios, incluyendo domiciliarios, serán evaluados por una comisión a cargo de los ministerios de Economía y de Planificación, y deberá interactuar con organismos públicos nacionales, provinciales y municipales, así como también con representantes del sector empresarial que se reunirá periódicamente a evaluar los números Lo que seguramente también tendrá lugar es algo que Amado Boudou dejó entrever al referirse a aquellos que abonan los servicios "viviendo en Puerto Madero o un country": habrá segmentación y la reducción del beneficio no será la misma para todo el mundo según la necesidad de recibir el subsidio o no.

En cuanto a las repercusiones, en general la medida fue bien recibida por el sector energético con la suba del valor de las acciones de las compañias en la bolsa en un promedio de un 4% y en lo que respecta a la prensa opositora tenemos el ejemplo a la izquierda con la nota del IEco de Clarín que pone el acento en el eventual costo político que el Gobierno no quiso pagar antes de las elecciones. Antes de la medida, este suplemento económico solía publicar notas acerca de la necesidad de eliminar los subsidios pero ahora el reproche es la demora en actuar sobre el tema por cuestiones políticas. Reproduzcamos algunos párrafos:

"El Gobierno ha decidido avanzar por costado políticamente menos doloroso: entre otras, pierden el beneficio las compañías petroleras, mineras, las telefónicas y los grandes aeropuertos. Pero basta contrastar el ahorro de $ 600 millones anunciado con la montaña de plata en juego para advertir que eso equivale a una gota en el mar.

Quedó claro, en la conferencia de prensa de los ministros Boudou y De Vido, que pronto les llegará el turno a los consumos domiciliarios. Evitaron hablar de tarifas, por temor a "las tapas de los diarios", según admitió De Vido.

Pero no hay manera de reducir los subsidios domiciliarios sino es a través de ajustar las tarifas. Así sea con aumentos graduales, que dejen afuera a los sectores de menores recursos y carguen sobre las capas medio bajas, medias y altas: justamente, el modelo en el que viene trabajando el Ministerio de Planificación."

"Insuficiente, tardío y mentiroso" entonces según Clarín es este anuncio cuando se anunció la gradualidad y el estudio de la reducción a todo el universo de beneficiarios siendo esta solo una primer etapa.

Otras voces como aca en La Nación hablan de "tarifazo" y de "plan de ajuste" como hace un par de dias hablaban de "corralito verde" respecto de la nueva operatoria para comprar dólares.

Y bueno, es la pelea política.