martes, 24 de junio de 2008

Mal holandés, retenciones y la batalla de todos nosotros

Excelente nota del economista brasileño Luiz Carlos Bresser-Pereira en la Folha de Sao Paulo sobre el conflicto del agro argentino, retenciones y como estas son un instrumento para combatir el "mal holandés" o "enfermedad holandesa" con sus efectos devastadores sobre la economía de un país. La encontré posteada en Homoeconómicus por Tavos.

No solo se reduce al caso argentino. La nota se llama: A batalha de todos nós na Argentina.

Nostros ("nos") somos los países de Latinoamérica y Africa, exportadores de commodities que estamos expuestos a que la suba de un bien determinado en el mercado internacional genere un aumento de la entrada de divisas tal que la apreciación de la moneda haga que nuestras exportaciones dejen de ser competitivas y el crecimiento económico se reduzca o casi desaparezca.

Esta es la visión correcta acerca de las "retenciones". No son un impuesto, representan un tipo de cambio diferenciado para bienes primarios respecto de otros bienes como los industriales a los que se quiere preservar y mantener una economía equilibrada así como desenganchar el mercado interno de lso vaivenes del mercado internacional.

Veamos algunos párrafos de la nota:

A retenção variável sobre as exportações, existente na Argentina, é o segredo por trás do fato de que a economia daquele país cresceu, em média, 8,8% ao ano entre 2003 e 2007. Essa retenção duplamente variável -de commodity para commodity e conforme a variação do preço internacional do bem- desloca a curva de oferta desses bens para cima na proporção da gravidade da doença holandesa que esse bem causa.

Es decir, el secreto del crecimiento a esta tasa elevada está en la movilidad de las retenciones que permite evitar que el crecimiento del precio de por ejemplo la soja enfreme a a toda la economía del mal holandés

Ao impedir a sobreapreciação do peso, o governo argentino garante, de um lado, a lucratividade dos agricultores, e, de outro, a demanda agregada para investimentos voltados para a produção de bens comercializáveis (que podem ser exportados ou importados); e, assim, a economia cresce aceleradamente.

Os agricultores argentinos, vítimas de uma ilusão, rejeitam o aumento da retenção sobre a soja para 44%, pensando que são eles que a pagam. Não são. A não ser que os cálculos do governo estejam errados, isso só é aparentemente verdadeiro.

Se o governo retirar a retenção desse e dos demais bens que dão origem à doença holandesa, o mercado provocará a apreciação da taxa de câmbio na exata proporção da retenção retirada, e o agricultor nada ganhará; sua receita ficará igual à que tinha com a retenção.

E, se o governo argentino houvesse criado um fundo de estabilização para os preços agrícolas com o uso de parte dos recursos da retenção, sua eliminação ou redução causaria perda aos próprios agricultores, que voltariam a ficar sujeitos às variações dos preços internacionais das commodities.
Logo, o racional, do ponto de vista econômico, era lutar por esse fundo de estabilização -não pela diminuição da retenção. Sua luta atual só faria sentido se todas as demais retenções fossem mantidas e, em consequência, a taxa de câmbio não se apreciasse, mas, nesse caso, estaríamos diante de um caso clássico de oportunismo ou de comportamento "free rider".

Es decir, en lugar de la eliminación de las retenciones deberían pedir la creación de un fondo de estabilización con parte de esas retenciones. Pero claro, parece que la onda es que las demás retenciones se mantengan y que el tipo de cambio elevado también. Oportunismo como dice aca el amigo.

El final de la nota es para tenerlo en cuenta:

Se o governo de Cristina Kirchner vencer essa batalha, não estará apenas defendendo o interesse nacional da Argentina. Estará abrindo um caminho para que os países latino-americanos e africanos comecem a racionalmente reconhecer a existência dessa terrível falha de mercado -a doença holandesa- e a neutralizá-la.

Entre tanto ruido, medias verdades y codicia explícita vale la pena reflexionar un poco acerca de que se juega.



4 comentarios:

Ulschmidt dijo...

Ello no impide que la Barrick Gold se lleve el oro de la cordillera pagándo un 3% de regalías y nada más. Para estos socios de Gioja y Kirchner no hay retenciones ni mal holandés ni ocho y cuarto.

Néstor Sbariggi dijo...

Ulschmidt: Me informaré un poco acerca de eso. Tengo entendido que es asi como decís. En ese caso hay que hacer algo al respecto. De todas formas no invalida que se le fijen retenciones a los granos y al petroleo.

Saludos

Anónimo dijo...

Néstor:
Sobre el final del año pasado, antes de la asunción de CFK, circuló un proyecto de aplicar retenciones a la minería. Finalmente no se en que quedo pero lo que si se es que la reacción de las empresas implicadas fue inmediata: que "no se respetan los contratos", "que ante esta inseguridad juridica se frenarían las inversiones", y todo lo que ya sabemos. Además anunciaron que inmediatamente accionarían contra el gobierno argentino ante el CIADI donde ya tenemos otros pleitos que este gobierno ha ido desactivando (el de las telefónicas era el mas visible). Conclusión: hay contratos previos a 2003. No es tan fácil.

Saludos

Patagónico

Néstor Sbariggi dijo...

Patagònico: Cierto. Asì es. Y que no es tan fàcil ya sabemos. Ver post de Alejandro en Artepolìtica al respecto.

http://artepolitica.com/contra-la-administracion-de-las-cosas/

Saludos