Tiempo de definición

Lentamente se irán despejando las incógnitas que quedan alrededor de las fórmulas nacional y provincial del FpV en los últimos momentos que quedan de aca al sábado en donde todo el mosaico electoral tiene que estar completo.

La espera ha sido en algunos momentos exasperante, con la agenda de los medios concentrada en el affaire Madres-Schoklender y la pelea de vedettes Morgado-Rachid en el INADI, dos temas de gravedad muy distinta pero que han hecho centro en el oficialismo.

De Jose C Paz hasta Rosario lo que primero fue una descarnada advertencia acerca de las condiciones necesarias para concretar una definición positiva acerca de su candidatura, ayer se transformó en un discurso de Cristina que no deja duda alguna acerca de su postulación. En el medio se fueron dando esas condiciones más allá de un cierre traumático en Córdoba que deja afuera al FpV en una movida audaz de De la Sota que podría poner en riesgo un eventual triunfo, aunque es muy probable que converse con el oficialismo nacional las candidaturas a diputados nacionales, se está logrando un cierre en la PBA conteniendo razonablemente a los distintos sectores oficialistas y se coronará con la fórmula bonaerense que se anunciará un poco antes o un poco después de la presidencial. Justamente hoy tendrá lugar una reunión entre Daniel Scioli y Cristina en donde entre otras cosas se definirá el tema de la candidatura a la vicegobernación. Hay si una fuga importante como la del intendente de Malvinas Argentinas cuestonado por su juego a dos puntas en las legislativas del 2009 abandonó el FpV y acaba de pasarse a las filas de Eduardo Duhalde.

Varios postulantes se suman en la previa para completar el binomio presidencial. Un gobernador como el Coqui Capitanich o Sergio Uribarri, una figura joven y cristinista como Abal Medina o Amado Boudou, un radical K como el santiagueño Zamora o el rionegrino Saiz para seguir con otra etapa de la Concertación y contener un eventual apoyo de intendentes radicales sobretodo en provincias como Santa Fe o la PBA cuyos respectivos cierres los dejan en condiciones de socios menores de otro espacio, un soldado leal como Miguel Angel Pichetto, etc.

La definición sea cual fuere seguramente traerá alivio en los partidarios del Gobierno pero quizás, si nos paramos en el peor de los casos, puede llegar a hacer bajar un poco los excelentes números de intención de voto oficialista. Toda opción tomada implica la resignación de las restantes y ninguna deja conforme a todo el mundo y hay que tener en cuenta que esto puede darse. En el mejor de los casos el efecto puede ser neutro: no creemos que un compañero de fórmula pueda mejorar estos números.

Será allí cuando la campaña electoral comience de verdad, una campaña que será dura, donde caben esperar nuevas operaciones de la oposición realmente existente, que si los números siguen dando tan bien la militancia tiene que salir a explicar que no solo basta con el triunfo por un voto sino que la conformidad con un nuevo período peronista debe acompañarse en las urnas para lograr el mayor apoyo legislativo a la gestion.

Hasta ahora no hay signos de polarización sino que la oposición se divide en tercios entre Alfonsín, Duhalde y Binner estando todos muy lejos de alcanzar un 30 % de los votos que pueda generar un escenario de ballottage mientras Cristina, haciendo un promedio de las encuestas, se mantiene alrededor del 40 % sin proyectar indecisos, pero la experiencia nos dice que las elecciones suelen polarizarse y si aun existe un nucleo duro de antikirchnerismo que habría que ponderar este podría elegir a quien mejor posicionado esté luego de las primarias del 14 de agosto, primera prueba que los candidatos deberán pasar por eso es lógico que hasta ahora más que competir con el Gobierno lo hagan entre sí.

Antes de las generales nacionales vendrán las elecciones en Capital, Santa Fe y Córdoba tres distritos en donde en los primeros dos los números son hasta ahora adversos para el FpV y en el tercero no hay un candidato propio y en el caso de resultar adversos se va a poner a prueba el fenómeno pronosticado de "voto cruzado" en lo local y lo nacional.

Por todo esto entonces la definición es un hito en donde hay que recomenzar, si bien desde un piso que pinta a priori elevado, pero que la cima tampoco está cerca y para acercarse a ella se debe trabajar bastante.